¿Hasta que punto son las redes sociales importantes
para las empresas?
A mi, como a
muchos, me costó entender en su día el atractivo de Facebook o la utilidad de
Twitter. El concepto mismo de "Red Social" que ahora tenemos tan
asumido y normalizado parecía una contradicción en si mismo: horas y horas
delante de la pantalla ¿socializando?.
Pero lo cierto es que, nos guste o no, poco a poco las redes sociales se han convertido en el eje central de nuestras relaciones con familiares, amigos y conocidos. Incluso podemos sentirnos más cerca de personas a las que seguimos o admiramos. Resulta más sencillo que nunca compartir pensamientos, opiniones, fotografías, vídeos,... pero también gustos, afinidades y recomendaciones.
Las redes son, ante todo, un canal de comunicación.
La
importancia de las redes sociales para las empresas es algo de lo que son
conscientes la mayoría. Los medios tradicionales (radio, televisión,
prensa,...) atraen cada vez menos la atención del público y la publicidad
unidireccional, masiva y no segmentada tiene una eficacia muy limitada.
Así es como
muchas se deciden a dar el "gran paso" y llevar su presencia online
un poco más allá de la tradicional y muchas veces inoperante web corporativa.
Abren una cuenta en twitter, una página en FaceBook (o un perfil si andan
despistados) y al poco tiempo se desengañan. Las ventas no mejoran, apenas
nadie interacciona con sus publicaciones y llegan a la conclusión de que es una
pérdida de tiempo y un esfuerzo valdío.
De este modo perfiles que inicialmente son activos hasta la extenuación propia y ajena, devienen auténticos muertos vivientes abandonados y olvidados por sus creadores en cuestión de pocos meses.
¿Qué ha
fallado?. ¿Acaso esto de las redes sociales no es más que un cuento?, ¿una moda
fútil e inútil?.
No lo creo.
Lo que sucede es que no se comprende el medio, no se trabaja adecuadamente y
además se tienen expectativas muy poco realistas de lo que se puede lograr.
Voy a
insistir: Las redes sociales son un canal de comunicación.
Para lo que sirven las redes sociales:
·
Proyectar una imagen positiva y cercana de nuestra
marca, productos y servicios.
·
Ofrecer soporte, información y atención al cliente.
·
Establecer y fortalecer relaciones y sinergias con
proveedores, clientes y, porqué no, con la competencia.
·
Recibir feedback.
Información de primera mano, de los usuarios de nuestros productos y servicios.
·
Gestionar críticas y problemas que puedan surgir.
·
Difundir información relevante del sector en que
trabajamos.
·
Definirnos como referentes en nuestro campo de
actividad.
·
Mejorar el posicionamiento de nuestra web o tienda
online en Google y otros buscadores.
Cosas que no
debemos hacer en las redes sociales:
·
Hacer publicidad, entendida del modo más
tradicional.
·
Hablar sólo de mi mismo, de mi empresa, de mis
productos, servicios, ofertas y promociones.
·
Realizar ventas directas, a puerta fría.
·
Bombardear y saturar a nuestra audiencia de
información.
·
Ignorar, despreciar o en general no gestionar
adecuadamente las críticas.
·
Tratar de conseguir resultados económicos
rápidamente.
Y es que no
debemos olvidar que las redes sociales son ante todo eso, SOCIALES. Están
hechas para relacionarnos con personas y hay que dirigirse a ellas como lo
harías en el mundo offline: con cortesía, amabilidad y paciencia. Paciencia
para construir una relación de confianza, de complicidad y fidelidad.
Utilizando siempre la ética, la información fiable y la atención personal y
cercana.
Se trata de
recuperar la humanidad en las relaciones comerciales, de crear un verdadero
vínculo emocional, de anteponer el interés de tus clientes por encima de otras
consideraciones. De no buscar el beneficio económico como objetivo primordial e
inmediato de cada publicación, de cada interacción social.
Sacar verdadero provecho de las redes sociales, supone trabajo y dedicación, pero sobre todo requiere de inteligencia, sensibilidad, empatía y una estrategia. Una estrategia no entendida como una maniobra para manipular, sino como un camino a seguir para influenciar, para ser relevante, respetado y apreciado. Para ser lo más eficiente posible sin malgastar tiempo ni esfuerzo.
No, un community manager no puede ser un becario malpagado pulsando "me gusta" y "compartir" aquí y allá. Debe ser un completo estratega, con carisma y facilidad para empatizar, para construir relaciones. Con la libertad y responsabilidad suficientes para tomar decisiones de cierta importancia en la empresa que representa. Para resolver problemas delicados o plantear acciones. De lo contrario tus perfiles sociales, los de tu empresa, no serán más que un juego en que perder el tiempo.
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