Para tu
estrategia de inicio
1. la
primera impresión es clave. Nunca tendrás una segunda oportunidad para causar
una buena primera impresión. Por eso, desde el principio enfócate en satisfacer
los deseos del cliente y no te concentres sólo en presentar una oferta. Si tu
inicio es débil, el final será igual. Aprovecha el primer encuentro para que tus
consumidores se convenzan a través de un buen trato- de que tú eres su mejor
opción y, por supuesto, que ellos también son importantes para ti. De lo
contrario, después tendrás que trabajar mucho para cambiar una mala primera
impresión.
2. Traza un
plan para conquistar clientes. Planear las acciones que realizarás te dará grandes
ventajas para ofrecer un servicio de excelencia. Crea un plan general antes de
tratar con nuevos clientes y uno especial para tus cuentas principales. Perfila
a cada uno de tus prospectos con base en datos generales y necesidades
específicas que observes. La finalidad es desarrollar acciones puntuales
dirigidas a cubrir estos vacíos. Recuerda que el plan es sólo un punto de
partida que deberá adaptarse según el caso, pues cada cliente es diferente.
3. Escucha
primero y anticípate. Una vez que trazaste un plan, el segundo paso se
llama "anticípate". ¿Cómo hacerlo? Permite que el cliente te explique
en detalle qué desea. En ocasiones, las palabras no son un recurso suficiente
para expresar lo que en realidad sentimos, así que también toma en cuenta las
expresiones del rostro y ademanes. Cuando sea tu turno de hablar, utiliza toda
la información que captaste para presentar las características de tu producto o
servicio como la solución exacta a las demandas planteadas. Karl Albrecht,
especialista en management y pionero de la nueva economía de servicios, explica
en su libro Todo el poder al cliente que "la excelencia en servicio sólo
es posible cuando la satisfacción de las expectativas del cliente ha sido
superada". Conclusión: anticípate y ve más allá.
4. Elige un
buen lugar para tu negocio. La ubicación es un punto fundamental para que los
clientes disfruten ir a tu negocio con gusto y sin complicaciones. Toma en
cuenta las vías de comunicación para llegar a tu local y el tipo de zona, es
decir, que no sea demasiado conflictiva, peligrosa o de difícil acceso. También
considera prioritario tener un estacionamiento propio o haz una alianza con uno
cercano y ofrece una tarifa especial para tus compradores. De nada serviría que
el diseño de tu tienda sea espectacular y que tengas los mejores productos a
precios competitivos si no logras que las personas lleguen a ti sin mayores
obstáculos.
Conoce a
tu cliente
1. Estudia
tu mercado. Invierte tiempo para ser un experto conocedor de tu
mercado. Asiste a exposiciones comerciales y eventos que tus consumidores
consideren importantes. Ahí podrás convivir de cerca con ellos. También
aprovecha la ocasión tanto para observar qué está haciendo tu competencia como
para detectar qué tipo de productos y servicios son los más demandados. Otra
opción es mantenerte al día sobre las tendencias del mercado a través de
publicaciones especializadas e involucrándote y participando en cámaras y
organizaciones gremiales.
2. Ponte en
los zapatos de tu cliente. Un grave error es pensar que el servicio al cliente
es una actividad estandarizada y que las mismas tácticas funcionarán para
satisfacer las expectativas de todos. Las personas son únicas y especiales.
Ponte en los zapatos de la otra parte y plantéate la siguiente cuestión: ¿cómo
me gustaría que me traten: bien o mal? Entonces ofrece un trato, al menos,
bueno. Mejor aún, excelente. Inicia con un plan general de atención y, según
sea el caso, diseña estrategias específicas para crear una experiencia
"diferente" para cada cliente.
3. ¿Cómo
iniciar con el pie derecho? El secreto está en hacer las preguntas correctas al
inicio y al final de la conversación que tengas con un cliente. Agradécele el
tiempo que te ha dado y después pregunta: "Sólo por curiosidad, ¿por qué
aceptó esta cita?" La mayoría te contará sobre las experiencias vividas
con diferentes productos y compañías. Tú sólo concéntrate en escuchar. Este
hecho demostrará que, por un lado, tienes interés, mientras que obtendrás
información valiosa y el canal de comunicación quedará abierto para cuando sea
tu oportunidad para exponer tus propuestas.
4. Haz
preguntas correctas. Un error común es cuestionar a los clientes de
forma incisiva. Por ejemplo: ¿Qué objetivos le gustaría alcanzar en su empresa?
Aunque recibas respuesta, quizás no sea del todo verdadera. Otra equivocación
es preguntar: ¿está satisfecho con las ventas de su negocio? La contestación
será "sí" o "no", terminando de tajo con la conversación.
En cambio, contempla esta posición: "Con base en su experiencia, ¿qué
herramientas, aliados o recursos necesita para incrementar sus ventas?".
La interrogante es directa y deja la respuesta "abierta", invitando
al consumidor a compartir todo lo que tiene en mente. Prevé estas situaciones y
prepárate antes de una cita. El cliente sentirá que está frente a un experto
capaz de brindarle un servicio de excelencia.
5. ¿Qué
busca un cliente? Cuando una persona adquiere un producto o servicio
en realidad está comprando emociones. Si todos tenemos cinco sentidos, provoca
que tus consumidores experimenten con cada uno de ellos. Por ejemplo, ir al
cine no se limita a ver una película, sino a un momento de entretenimiento que
va acompañado de imágenes, sonidos, alimentos y bebidas. "Calidad" es
lo que debes dar al cliente. "Servicio" es la manera en cómo se lo
vas a dar. Tú eliges de qué manera: entrega de una pizza en menos de 30
minutos; un servicio de mensajería en sólo 24 horas; si no hay negocio para ti,
te devolvemos tu dinero, etc.
Estrategias
para conquistarlo
1. Demuestra
por qué eres la mejor opción. Cuando estés a cargo de la primera tarea que te ha
confiado tu cliente, no olvides proporcionar información actualizada sobre tus
avances. Comparte todos los resultados -buenos y malos- y resuelve los
problemas que se presenten de forma conjunta. Demuestra, en todo momento, que
estás haciendo tu mejor esfuerzo y que trabajas para alcanzar un beneficio
mutuo. Si lo consigues, no sólo construirás una buena relación, sino también
crearás un sentimiento de satisfacción en tu consumidor, lo que te ayudará a
mejorar las posibilidades de ganar esa cuenta y muchas más.
2. Enfócate
en los detalles. A quién no le encanta recibir algo que lo
sorprenda. Por eso, los detalles marcan la diferencia. La estrategia es
sencilla: observa muy bien qué le agrada y qué le molesta a tu cliente,
identifica estos elementos y utilízalos a tu favor para causarle una gran
emoción. No es cuestión de hacerle un obsequio, sino de saber cuáles son las
cosas que más aprecia de tu oferta. Lleva un registro puntual de su consumo y detecta
sus gustos para luego, antes de que lo pida, mostrarle las opciones que
seguramente tiene en mente. La creatividad será tu mejor aliado.
3. Resuelve
el problema más difícil. Una vez que identificaste quién es tu cliente
ideal, la duda es: ¿cómo iniciar una relación con él? Una buena alternativa es
preguntarle cuál es el problema más complicado que enfrenta y que ninguna otra
persona ha resuelto. Preséntale una solución concreta acompañada de un plan de
acción. Entonces, el prospecto pensará: "¡wow!, si (él o ella) puede con
una tarea complicada, imagina lo que hará en otras áreas". Esta
oportunidad te permitirá crear una base sólida para pensar en una relación de
largo plazo.
4. Que el
cliente "pruebe" tu trabajo. Ofrecer una "muestra"
de tu trabajo es una herramienta de mercadotecnia bastante efectiva para
conquistar nuevos clientes y es tan certera como hacer una campaña
publicitaria. Se trata de una excelente oportunidad para que el consumidor
conozca tus propuestas y, principalmente, para que sepa cómo las llevas a la
ejecución. Pero no confundas esta estrategia con "trabajar por nada".
¿Cuál es la diferencia? Terminado el periodo de "prueba", pon el
asunto sobre la mesa y asegúrate que el cliente ofrezca algo más que gratitud.
Calcula el monto de tus honorarios a fin de que, si él te hace una propuesta,
tú estés listo para negociar un trato justo para ambas partes. Este será sólo
el comienzo de una larga relación.
5. Crea
expectativas y ve más allá. Cumplir con lo prometido es lo mínimo que tienes
que hacer para que tus clientes se sientan satisfechos con tu servicio. Lo
ideal es provocar el efecto "wow", es decir, sorprenderlos con una
atención superior a la que esperaban o superando las experiencias vividas hasta
entonces. Para lograrlo, debes saber perfectamente ¿quién es tu cliente?
Reúnete con tu personal e intercambien información acerca del perfil de cada
uno de los compradores. Importante: cualquier momento es bueno para generar el
factor sorpresa. Tú decides cuándo y cómo provocarlo.
6. Ofrece
toda una experiencia. La diferencia entre ofrecer un servicio y una
experiencia es la siguiente: un servicio puede convertirse en un
"argumento acartonado" donde se repiten frases como "Espero que
vuelva pronto". En cambio, una experiencia incluye mercadotecnia
sensorial. Esto significa manejar colores, luces, aromas, etc. Integra todas
estas sensaciones a tu oferta, de tal forma que conquisten los sentidos de tus
consumidores. La meta es provocar en ellos una reacción parecida a: "¡Qué
experiencia tan grata!, volveré pronto para vivirla de nuevo".
7. Sé el
anfitrión perfecto. Si tienes un restaurante, ponte en el lugar del
cliente y reflexiona lo siguiente: ¿te gustaría que el chef fuera a tu mesa
para preguntarte si te gustó la comida que preparó? Lo más probable es que sí. Este
tipo de detalles son inolvidables para los consumidores, así que no los pierdas
de vista. El consejo es que trates a tus clientes como a amigos que decidieron
visitarte. No los decepciones y crea un ambiente perfecto lleno de detalles. Al
final, ellos quedarán tan complacidos que volverán pronto en búsqueda de una
experiencia igual o mejor. Prepárate y recíbelos como se merecen.
8. Gánate la
confianza del cliente. Estudios demuestran que la mayoría de los
directivos basan su decisión final con base en "a quién le compran" y
no en "qué compran". La forma en que te presentes y las preguntas que
hagas revelarán quién eres, cómo piensas y, principalmente, crearán algo
invaluable: confianza. No basta una sonrisa. El consumidor está harto de
empresas que te dicen "tenemos todo lo que necesitas", pero que al
final no entrega el producto a tiempo, ni respeta el precio acordado. Entonces,
para ganarte la confianza del cliente necesitarás, más que una sonrisa, cumplir
con tu palabra. Para ello, no descuides ni un instante a tu consumidor,
dedícale tiempo y mantenlo informado.
9. Habla el
idioma del cliente. Cuando un consumidor acude a determinado
establecimiento o contrata los servicios de una persona, en realidad lo que
busca es hacer contacto con alguien que hable su mismo lenguaje. Un error común
de los profesionales es que explican las cosas utilizando términos técnicos que
la mayoría desconoce. Esto hacer sentir incómodo al cliente pues, no comprende
en qué consiste la solución que le proponen. El consejo aquí es presentar
soluciones puntuales y, sobre todo, cuál es la finalidad de cada una. Si lo que
ofreces es un producto, lo esencial es describir sus ventajas y cómo éstas
resolverán el problema que el consumidor plantea.
10. Nunca dejes que se vaya enojado. En el
mundo de los negocios existe un dicho que dice que "un cliente feliz se lo
dirá a una o dos personas, y uno infeliz se lo hará saber a 10 personas".
Por ejemplo, cuando te enfrentes a un cliente enojado a causa de una falla en
el artículo que adquirió, apela al servicio como la mejor alternativa de
conciliación. Dale la oportunidad de expresar su malestar, demuestra
preocupación por ayudarlo a pasar el mal rato y ofrécele soluciones inmediatas
como la reposición del producto o un descuento en su próxima compra. Si se
trató de una falla por parte del personal, evalúa la situación y aplica medidas
para que no se repita.
11. Mantén abierto el canal de comunicación. La
comunicación y el seguimiento paso a paso son las reglas básicas para
garantizar una relación de largo plazo. Muchos piensan que la atención y el
servicio terminan cuando el consumidor se retira con el producto o servicio que
quería. Grave error. Conocer su opinión, nivel de satisfacción y perspectivas
es fundamental para ofrecerle exactamente lo que necesita. En primer lugar,
hazle saber al cliente que su opinión acerca de tu negocio es importante para
ti. Coloca un buzón de sugerencias, un número telefónico de atención directa y
envía encuestas de opinión -vía correo electrónico. Esta información será el
punto de partida para tomar decisiones encaminadas a mejorar cada día tu
servicio.
No lo dejes ir
1. Cultiva la relación con
tus clientes. Más que buscar nuevas cuentas, cuida la relación con tus
consumidores actuales. El ansia por incrementar la base de clientes impedirá
que te ocupes en quienes ya confían en tu negocio. Por eso, mantente en
contacto permanente con ellos para escuchar sus comentarios y aclarar sus
dudas. Así, te convertirás no sólo en un proveedor de productos y servicios,
sino en un asesor especializado en detectar y resolver las necesidades de sus
compradores. El resultado: clientes 100% satisfechos y dispuestos a repetir la
experiencia de compra vivida o a referirte entre sus conocidos.
2. Agrega valor a tu
oferta. Los expertos recomiendan no depender sólo de dos o tres
clientes para generar el mayor volumen de ventas. Pero también es un hecho que
las principales cuentas crecen a un ritmo más acelerado que las demás. ¿Qué
hacer? En lugar de reducir la concentración de tus negocios, una buena
alternativa es proveer servicios adicionales que complementen tu actividad
original. Demuéstrale que en verdad te preocupas por él y que no sólo se trata
de hacer negocios. Por tanto, diversifica tu oferta con el objetivo de ser el
aliado estratégico que tus consumidores buscan para realizar diferentes tareas.
De esta manera, crearás una sólida barrera frente a tus competidores.
3. Personaliza,
personaliza, personaliza. Noticia: el cliente ya no es un número más.
Ahora el primer requisito es llamarlo por su nombre y conocerlo a fondo. Cada
persona es diferente y ama el trato individual. Entonces, prepárate para
ofrecer experiencias diseñadas a su medida. Examina sus hábitos de consumo,
pregúntale por qué le agrada determinado producto o servicio y si está de
acuerdo con el precio. Integra esta información en una base de datos y no la
pierdas de vista para brindarle un trato totalmente personalizado, cuidando los
detalles al máximo y anticipándote a sus deseos.
4. Crea un lazo personal. Hacer
negocios no lo es todo. Aprende a ver a tus clientes no sólo como una fuente de
ingresos para tu empresa, sino como una parte fundamental de ella. ¿Cómo crear
un lazo personal con tus prospectos y consumidores? Convive con ellos en un
ambiente menos formal y más relajado. Invítalos a desayunar o a un evento
deportivo. El objetivo es platicar de diversos temas y, al mismo tiempo,
conocerse mejor. Durante estas charlas pon atención en los detalles, pues se
trata de información privilegiada para después formular propuestas
interesantes.
5. Innova tu servicio
constantemente. Todo es susceptible de ser mejorado. Entonces, utiliza
tus conocimientos e imaginación para encontrar, día a día, cómo mejorar la
atención al cliente. Existen infinidad de elementos que, a simple vista,
parecen poco importantes y que en realidad son clave para crear una experiencia
diferente. Ofrece servicios complementarios sencillos pero que causen un gran
impacto en los consumidores. Por ejemplo: envoltura de regalos sin costo extra,
asesoría personalizada para comprar artículos tecnológicos, etc.
6. Investiga y vencerás. ¿Alguna
vez has llamado a tus clientes para preguntarles si están satisfechos con el
producto o servicio que adquirieron? Llevar a cabo esta acción es fundamental
antes de pasar al siguiente nivel, es decir, investigar a fondo quién es la
persona o empresa que acudió a ti en búsqueda de una solución. Entérate a qué
se dedica, cuáles son los recursos que necesita para mejorar su desempeño
laboral y quiénes son las personas que lo rodean. Si vendes computadoras,
pregúntale a tu cliente, en primer lugar, si está a gusto con su compra;
posteriormente, indaga si le interesa adquirir otro equipo, tal vez para algún
familiar o un modelo especial como herramienta de trabajo.
7. La experiencia termina
cuando el cliente regresa. ¿Qué es lo que más te interesa de un
cliente? Respuesta: ganarte su confianza para que regrese una y otra vez. No te
equivoques, la relación entre ofertante y consumidor no termina cuando este
último se marcha de una tienda con un producto en mano, sino cuando -convencido
por la atención que recibió- regresa para repetir la experiencia de compra.
Siempre dale algo más a tu cliente, un toque característico de tu negocio, el
cual no pueda apartar de su mente hasta que se encuentre nuevamente.
Incentívalo a volver con promociones por teléfono o Internet.
Prepara tu equipo
1. Pon tu política de
servicio por escrito. Crea políticas orientadas a ofrecer un servicio
de excelencia y ponlas por escrito. El objetivo es crear una guía de principios
que sirva para orientar a los empleados. Las reglas del juego se resumen en la
siguiente frase: "el cliente siempre tiene la razón". Pero lo más
importante es llevar a la práctica estas políticas. Como emprendedor debes ser
el primero en implementarlas para que, en respuesta, tu personal lo haga sin
dudar.
2. No contrates empleados,
busca aliados. El proceso de selección de personal es uno de los
puntos fundamentales para crear un servicio de excelencia. Por tanto, recluta
personas comprometidas con este objetivo. Esto implica un estricto proceso de
selección para descubrir las capacidades que tienen tus colaboradores y
enfocarlas hacia la atención al cliente. Asume el papel de líder de tu equipo y
conviértete en un ejemplo para los demás. Como tus aliados, permite que
participen activamente no sólo despachando mercancías, sino aportando ideas
nuevas y, sobre todo, implementándolas.
3. Invita a tus empleados a
que aporten ideas. Las reglas para promover un cambio en la conducta
del personal y conducir los procedimientos de un negocio necesitan venir de los
empleados. Ellos adoptarán fácilmente las políticas sólo si creen en éstas.
Invítalos a que aporten ideas, ya que son ellos los que se encuentran en la
"línea de fuego", conviviendo día a día con los clientes y escuchando
sus comentarios. De forma conjunta, hagan una selección de las mejores
aportaciones y pónganlas en práctica de inmediato.
4. Lleva a cabo las
propuestas sugeridas. Escoge una de las ideas aportadas por el
personal y ayuda incondicionalmente a que se lleve a cabo. Elimina todos los
obstáculos para que la implementación sea un éxito. Si esta nueva idea choca
con alguna política o procedimiento ya establecido, haz todo lo posible por
hacer el cambio sin complicaciones. Con esto, tus colaboradores verán que su
opinión es importante para ti y que aprecias su interés por dar un servicio de
primer nivel.
5. Utiliza la opinión del
consumidor a tu favor. Todas las acciones que emprendas tendrán por
punto de partida la opinión del cliente. Tanto tú como tus colaboradores
deberán estar alertas ante cualquier comentario, bueno o malo, emitido por los
consumidores. Utiliza varios métodos para reunir información, especialmente el
más poderoso de todos: una conversación frente a frente. El siguiente paso
consiste en evaluar dichas opiniones y hacer los cambios oportunos a fin de que
el cliente note que sus sugerencias fueron no sólo escuchadas, sino que
significaron la base para mejorar el servicio.
6. Motiva a tu personal. Una
manera efectiva para motivar a tus colaboradores es a través del efecto causado
por los comentarios positivos aportados por los clientes. Por ejemplo, si un
empleado propone colocar asientos para que los adultos mayores descansen
mientras hacen fila, y uno de los consumidores te pregunta de quién fue la
idea, de inmediato llama al empleado para que reciba directamente la opinión.
Este hecho motivará a tu personal a seguir aportando ideas y a llevarlas a cabo
también.
7. Evalúa el desempeño de
tus colaboradores. Mystery Shopping es uno de los métodos más
efectivos para medir e incrementar la satisfacción y la lealtad de tu cliente.
Contrata a una empresa experta para que envíe a "compradores
misteriosos" a tu negocio con dos objetivos: vivir la experiencia como
consumidor y cerciorarse que el cliente reciba una buena atención. Aunque
avisarás previamente a tus empleados sobre estas visitas de evaluación, ellos
desconocerán el día, la hora y a la persona. A partir de la información
generada con este ejercicio -efectuado una vez por semana o quincena- tomarás
dos tipos de acciones:
1) Si compruebas que el personal se desempeña
satisfactoriamente, harás un reconocimiento público y premiarás a tus
colaboradores.
2) Pero quien sea sorprendido en una actitud
negativa para con el cliente, las consecuencias podrían ser desde una seria
llamada de atención hasta el despido.
Gana más clientes "en línea"
1. Transforma tu sitio
virtual en una experiencia real. Tener un sitio web comercial no debe
ser obstáculo para que el cliente no sienta como si realmente estuviera en
contacto con el producto o servicio. Una descripción detallada y fotografías de
buen tamaño y desde diferentes perspectivas ilustrarán mejor a los visitantes.
Con estas herramientas despertarás el interés de los consumidores para que se
atrevan a hacer el pedido y, de esta manera, vivir plenamente la experiencia de
compra. Si lo consigues, no durarán en regresar nuevamente.
2. Mantén informado a tu
cliente. No basta con poner a la vista los datos de contacto en tu
sitio web si no das una respuesta rápida. Instala un generador automático de
correos electrónicos que indique a tus compradores, una vez que hagan una orden
de compra, que su solicitud fue recibida con éxito. Haz alianzas con varias
compañías de mensajería y ofrece una amplia gama de opciones de envío. Cada día
manda un e-mail a tu cliente para informarle sobre el progreso de su orden. En
caso de algún retraso, repórtalo y explica las causas. La honestidad es una de
las reglas de oro en servicio al cliente.
3. Da todas las facilidades
de contacto y envío. Es importante que tu sitio comercial sea fácil de
navegar. Dentro del menú principal crea un apartado especial donde el visitante
encontrará todas las respuestas a sus dudas acerca del tiempo de entrega,
formas de pago y envío, políticas de devoluciones, etc. Asegúrate de incluir
todos los datos de contacto de tu empresa: dirección, número telefónico y
correo electrónico. Esta información será de gran utilidad para tus clientes y
te ayudará a darles un mejor servicio sin importar que sea a través de una computadora.
4. Responde las
"preguntas frecuentes". Un estudio del Grupo Pelorus
demostró que el 42% de los sitios web comerciales tardan, al menos, cinco días
en responder las preguntas que envían sus clientes. Crea una sección de
"Preguntas Frecuentes" (FAQ, por su nombre en inglés) dentro de tu
menú principal. También incluye una dirección de correo electrónico que servirá
de enlace entre tus visitantes y tu negocio. Revisa constantemente la bandeja
de entrada y responde a la brevedad posible todas las consultas que recibas.
5. Que tu conmutador
inteligente sea realmente inteligente. Si la forma de contacto que
tienes con tus clientes es vía telefónica, procura manejar un menú sencillo y
útil. No olvides tener siempre disponible la opción de "hablar con un
representante", quien sabrá canalizar al consumidor con la persona
indicada para resolver sus dudas.
6. Sorpréndelos con
promociones exclusivas. Agrega un elemento sorpresa a los correos
automáticos que envíes a tus consumidores cuando hagan su pedido. Puede ser un
cupón de descuento válido para su siguiente compra o información extra sobre el
producto que acaban de adquirir. Anexa un breve cuestionario para saber más
acerca de ellos y conocer cuáles son los productos que buscan.
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