Cuando el gerente aplica el empowerment puede
disponer de mayor tiempo para otras tareas de dirección tales como evaluar y
afinar misión de la empresa, la visión para el negocio, evaluar a la
competencia (benchmarking), estar atento a los cambios del entorno para
responder rápidamente a las nuevas necesidades y expectativas a clientes cada
más exigentes y discriminadores para poder sobrevivir y seguir en curso.
Implantación del empowerment
El primer paso, es la creación de una cultura del empowerment al interior de la
organización, en la que se definan claramente los nuevos valores que se va
adoptar en el trabajo tales como por ejemplo: El compromiso, la lealtad, la
solidaridad, compañerismo, la calidad en el trabajo, la responsabilidad.
El segundo paso, es la capacitación de los gerentes como coach,
facilitadotes y entrenadores, enseñar nuestros colaboradores a que tengan
confianza en si mismo, en su equipo y en los nuevos enfoques que va tener el
trabajo a partir de hoy, lo que implicará asignar valores agregados al trabajo,
en el cuál puedan proponer mejoras significativas, estableciendo un sistema de
sugerencias escritas (Kaizen), con
las mejores ideas que deben presentar directamente a su jefe inmediato que
permita fortalecer los sistemas, procesos, métodos de trabajo, en donde el
personal sienta que participan y que su opinión es importante.
El tercer paso, los gerentes ya involucrados en la filosofía,
deberán constituirse en verdaderos coaches
o facilitadores del cambio de los equipos de trabajo: para dirigir, guiar,
apoyar y delegar la transformación y metamorfosis de la organización, a través
de actitudes positivas que permitan: Motivar y entusiasmar a la gente,
comunicar una visión clara del trabajo, articular una dirección precisa,
fomentar la comunicación, inspirar y animar los logros, dar y recibir feedback,
inspirar respeto y credibilidad, agradecer el trabajo bien hecho, asegurar la
unidad de los equipos, reconocer premiar la eficacia y otorgando
responsabilidades a la gente, entre otros aspectos.
El cuarto paso, tomar en cuenta que el empowerment, se basa en
dos pilares fundamentales: La
capacitación y la confianza, evidentemente la confianza no puede ser
obtenida de inmediato, no aparece por arte de magia, sino que debemos
construirla, realizando en primer lugar reuniones periódicas con aquellos
trabajadores que parecen ser más flexibles y más involucrados, a quienes
debemos explicar la filosofía del empowerment y cuál es la responsabilidad de
unos y otros frente a la organización. Esto supone indudablemente un cambio
significativo tanto en las actitudes de los gerentes y de la gente para
comprender que somos un solo equipo, lo importante será fidelizar a nuestros
colaboradores tal igual como lo hacemos con nuestros clientes.
El quinto paso, es la formación de equipos de alto rendimiento,
quienes estarán a cargo de un coach que los guíe “invisiblemente”, pues ellos
deben iniciar a generar el cambio radical, deberán entonces monitorear a que la
gente vaya poco a poco internalizando los nuevos valores, que se vean
reflejados en sus relaciones interpersonales con sus colegas, colaboradores y
superiores, desarrollo de un trabajo sinergético, habiendo desterrado ya las
“islas”, obteniendo mayor compromiso e identificación con la organización,
clientes y proveedores.
Es indispensable establecer
reuniones donde puedan hacer feed back de los resultados que se vayan
obteniendo, reconociendo públicamente a aquellos que logren mejor performance,
apoyando y orientando a otros al logro de objetivos laborales y a su desarrollo
personal. El resultado que se obtiene es que la organización, vaya obteniendo
un clima de trabajo más abierto, cálido y humano, menos paternalista,
permisible dentro de los linderos de los valores asumidos. En este proceso se
requerirá una evaluación concurrente y posterior de los resultados.
El sexto paso, es establecer un sistema de apoyo y mantenimiento
sostenido del clima laboral obtenido, siendo imprescindible tener “Perseverancia
en el propósito” como diría Deming.
Tal vez en el camino al empowerment se encontrarán éxitos
también fracasos, de pronto la gente o los ejecutivos que hacen de coach, se
desmotiven, caigan en la desesperanza, se conviertan en escépticos, de repente
hasta nihilistas, porque lógicamente el ser humano es complejo y diferente unos
de otros; frente a lo cual debemos mantenernos firmes y estoicos, si es que
queremos tener realmente una organización para afrontar exitosamente los demás
desafíos del entorno cada vez cambiante y competitivo. “Innovar o morir”
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